Actualmente, en muchos tipos de deportes se ha incorporado una nueva terapia para los atletas que promete una recuperación más rápida y un mejor rendimiento. Desde mariscales de campo, hasta corredores y ciclistas que han probado este método aseguran que vale la pena.

Ellos opinan que brinda un estado total de relajación tanto física como mental y que, como atletas, eligen este tipo de terapia como entrenamiento y rehabilitación debido a que disminuye el ácido láctico en los tejidos y en la sangre. Ahora bien, sabemos que es una técnica relativamente nueva con la que podrías tener tus reservas.

La 7 veces campeona mundial de ciclismo de montaña Rebecca Rusch cree que es ideal utilizar la terapia de flotación. La atleta de ultra resistencia de 49 años intentó algunas sesiones de esta terapia en el Red Bull HQ High Performance Gym en Santa Mónica, y opina que es importante trabajar con la meditación para tratar de aprovechar y entrenar el poder de la mente de la misma manera que se entrena el cuerpo.

Dice que se movió nerviosamente durante unos minutos la primera vez antes de sentarse, pero luego se transportó a un estado de relajación, parecido al trance, y así pasaron 45 minutos. También asegura que, salió del tanque con mucha energía, como si hubiera dormido durante cinco días o volviera de las mejores vacaciones de su vida. Además, dado que su cuello le había estado molestando durante bastante tiempo, aprovechó la ingravidez para estirar completamente la columna vertebral y relajar por completo los músculos.

En definitiva, Rusch opina que esta terapia es sumamente beneficiosa, y que es exactamente lo que prometen muchos practicantes y operadores de tanques; que mejora el estado del cuerpo y la mente.

Por Frank Méndez en Salud



Efectos de la terapia de flotación

La terapia de flotación a menudo se describe como un baño de sal de Epsom con una gravedad específica más densa que el Mar Muerto. Conocido científicamente como sulfato de magnesio, los baños de sal de Epsom se han usado durante generaciones para la relajación y el dolor muscular.

Muchos en la industria de terapia de flotación opinan que todos sus beneficios se les deben al sulfato de magnesio. Esa investigación, sin embargo, no es muy fuerte.

Teóricamente, cuando te sumerges en un baño de sales disueltas, tu cuerpo absorbe el magnesio, lo que a su vez ayuda a aliviar los calambres musculares y mejorar su función, así como  calmar el dolor y promover la relajación. Sin embargo, la investigación de que puedes absorber cantidades adecuadas de magnesio a través de tu piel es casi nula. De hecho, es más probable que los beneficios reales provengan del impacto combinado del agua y la ingravidez.

Esto se produce porque la sal cambia la calidad del agua, haciéndola sedosa y resbaladiza. El calor es un relajante muscular conocido, y al estar libre de la gravedad ayuda a que tus músculos se relajen por completo.